Artículo escrito por el Dr. José Morales Barroso, Socio-Director L&M Data Communications
Sin lugar a dudas, la tecnología que más ha influido en la revolución de las comunicaciones son las fibras ópticas. Éstas han eliminado la mayoría de las limitaciones de las redes anteriores, y han ampliado sus capacidades mucho más allá de las expectativas iniciales. Sin la implementación de redes de fibra óptica por parte de las operadoras de telecomunicaciones, las redes móviles y el vídeo, que suponen la mayor parte del tráfico actual, serían todavía ciencia ficción.
Las fibras ópticas son hilos finísimos (típicamente 125 micras, poco más gruesos que un cabello) de silicio o de plástico, compuestos por un núcleo transparente recubierto por una envoltura con un índice de refracción ligeramente menor que el índice del núcleo, y que guían la luz mediante la “reflexión interna total”. Constituyen así un medio para transportar información de un punto a otro en forma de luz (fotones), a diferencia de los cables de cobre que la transportan mediante corriente eléctrica (electrones) y de los sistemas inalámbricos que utilizan para ello señales radioeléctricas.
Las fibras ópticas son el medio ideal para transmisión de información en las infraestructuras fijas de comunicaciones. Si nos atenemos al ancho de banda, la fibra dispone de 150 THz (millones de millones de Hercios). Por otra parte, los cables de pares de cobre operan hasta 1 GHz (miles de millones de Hercios) y los sistemas inalámbricos Wi-Fi disponen de 400 MHz (millones de Hercios). Es decir que una sola fibra tiene 150.000 veces más ancho de banda que un cable de datos y 375.000 veces más que un enlace Wi-Fi.
En lo que se refiere a la distancia, tanto los cables de cobre para datos como los sistemas Wi-Fi permiten distancias típicas de 100 m. Las fibras ópticas, dependiendo de la ventana de operación y el tipo de fibra, pueden llegar en las redes locales a más de 500 metros con fibras multimodo y a más de 10 km con fibras monomodo. En los enlaces de telecomunicaciones de larga distancia se pueden superar los 100 km. sin repetidores intermedios.
Todas estas ventajas han hecho que, según ha evolucionado la tecnología, las fibras hayan “conquistado” primero las Redes de Interconexión entre centrales de las operadoras de telecomunicaciones con las jerarquías digitales PDH y SDH, después las Redes de Acceso para la conexión de los usuarios finales con la FTTH (Fiber To The Home), y ahora, en una “Tercera Ola”, la fibra ha llegado por fin a las Redes Locales.
Las ventajas técnico – económicas de las fibras ópticas son múltiples: elevado ancho de banda que ofrece una gran capacidad de transmisión de información, reducida atenuación que permite grandes distancias, conservación de la calidad de los parámetros frente a circunstancias temporales y ambientales, no estar afectadas por las interferencias electromagnéticas, aislamiento eléctrico, protección de la información frente a manipulaciones exteriores, reducido diámetro, extraordinariamente ligeras, muy baja tasa de errores de transmisión, etc. Algunas fortalezas de las fibras ópticas suponen también limitaciones: no conducen electricidad y no permiten movilidad, pero resulta evidente, como ya se ha dicho, que son el medio físico idóneo para las infraestructuras fijas.
Siga leyendo en Tecnologías avanzadas de cableado y conectividad con cobre, fibra y Wi-Fi